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Dora Barrancos

  • Brenda Jiménezje citiralaпре 8 месеци
    No se nace feminista, de la misma manera que no viene embutido en la especie el orden patriarcal
  • ROBERTA PRISCILA CEDILLO HERNANDEZje citiraoпрекјуче
    La historia muestra un permanente zigzagueo de la condición de posibilidad de mayor reconocimiento por parte de las poblaciones femeninas, desde luego, no se puede pasar por alto el contexto de inscripción de clase ni su identificación étnica, dimensiones que han coadyuvado decididamente a los marcos de segregación y dominio. Pero hay acuerdos acerca del mayor sometimiento femenino con la expansión de los ideales patriarcales burgueses, pues fue la madurez del sistema capitalista y la rotunda afirmación de la burguesía como grupo dominante la clave del fortalecimiento del régimen patriarcal.
  • ROBERTA PRISCILA CEDILLO HERNANDEZje citiraoпрекјуче
    deja de ser paradójico el contrapunto entre la puerta que abría la materialidad moderna y en general el “proceso civilizatorio”, y la simétrica obturación de la esfera pública que impedía que las mujeres pudieran desempeñarse en gobiernos, ciencias y profesiones liberales.
  • ROBERTA PRISCILA CEDILLO HERNANDEZje citiraoпрекјуче
    valor compensatorio exponencial de la maternidad
  • ROBERTA PRISCILA CEDILLO HERNANDEZje citiraoпрекјуче
    puede sorprender que las mujeres se vieran en el espejo de la esclavitud, en la ignominiosa condición de pertenecer a amos y que el despertar de la conciencia feminista coincidiera con las luchas para terminar con el flagelo de la servidumbre.
  • ROBERTA PRISCILA CEDILLO HERNANDEZje citiraoпрекјуче
    Entre las que se manifestaron con audacia anticipatoria se encuentran Christine de Pizan quien escribió El libro de la ciudad de las damas, en 1405, y Marie Le Jars de Gournay, a quien se debe Escritos sobre la igualdad de hombres y mujeres de 1622.
  • ROBERTA PRISCILA CEDILLO HERNANDEZje citiraoпрекјуче
    Aunque “hombres” parecía asimilarse a “humanidad”, las mujeres comprendieron que había un acto deliberado de excluirlas. Olympe de Gouges —su nombre verdadero fue Marie Gouze—se sitúa en un lugar muy destacado en la galería de las precursoras feministas. Escribió la Declaración de los derechos de la mujer y de la ciudadana en 1791, a contrapelo de la discriminante decisión masculina de la “declaración de los derechos del hombre”.
  • ROBERTA PRISCILA CEDILLO HERNANDEZje citiraoпрекјуче
    mujer nace igual al hombre en derechos. Las distinciones sociales no pueden ser fundadas sino en la utilidad común”
  • ROBERTA PRISCILA CEDILLO HERNANDEZje citiraoпрекјуче
    mujer nace igual al hombre en derechos. Las distinciones sociales no pueden ser fundadas sino en la utilidad común”
  • ROBERTA PRISCILA CEDILLO HERNANDEZje citiraoпрекјуче
    Mary Wollstonecraft, quien se identificó con la idea de la racionalidad equivalente de las mujeres en esa bisagra de las épocas en que finalmente no cuajaron las condiciones de posibilidad de los derechos femeninos. En clara respuesta a la misoginia de figuras como Rousseau, su Vindicación de los derechos de la mujer, escrita en 1792 —apenas un año más tarde de la Declaración de De Gouges—, la autora desafiaba los erróneos presupuestos acerca de la constitución irracional de las mujeres.
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