HELMER: (La amenaza con el dedo.) ¿Qué diablura habrá cometido esta golosa en la ciudad?
NORA: ¡Bah, qué ocurrencia!
HELMER: ¿No habrá hecho una escapadita a la confitería?
NORA: No; te lo aseguro, Torvaldo.
HELMER: ¿No habrá chupeteado algún caramelo?
NORA: No, no; ni por asomo.
HELMER: ¿Ni siquiera habrá roído un par de almendras?
NORA: Que no, Torvaldo, que no; puedes creerme.
HELMER: Pero, mujer, si te lo digo en broma.