Kathryn Smith

Julian rió; era un sonido herido y duro que casi rompió el corazón de Sophia.

—Si de este modo vas a marcharte aún más rápido, adelante.

Tenía su vida en sus manos. Ahora sabía lo que era sentirse libre.

Julian la miró sorprendido, y sintió una presión en el pecho.

—No quiero fallarte, Lettie. Eres todo lo que me queda.

—He visto cómo la miras, Julian. Te hace feliz, más feliz de lo que jamás te he visto.

—Te culpo de hacerme creer que las cosas habían cambiado entre nosotros, que me tenías una cierta estima.

—Me sentí tan tonta —susurró—. Pensé que...

Quería ser parte de Sophia Morelle y que ella fuera parte de él.

Tenía que hacerlo.

—Ten paciencia, querida —le dijo la anciana, jugueteando con uno de los muchos collares de perlas que llevaba colgados—. Al final, vendrá.

—Quiero estar contigo tal como eres; no por cómo podrías ser.