Nina Lykke

El inconsciente elige y de­secha entre el alboroto constante que nos rodea, y nos muestra lo que en el fondo sabemos, pero no nos atrevemos a reconocer.

Quienes fuimos entonces ya no están, entre otras cosas porque las células del cuerpo se renuevan por completo cada siete años

Es vital cuidarse de la vanidad. Si se quiere estar bien con uno mismo, la vanidad es lo primero de lo que hay que deshacerse. Una vez libre de ella, se es libre del todo. Pero la vanidad es astuta y se da buena maña en esconderse y después se esconde un poco más y luego un poco más todavía. A menudo incluso ni se molesta en esconderse

Tras la ordenada vida cotidiana se esconde un pequeño espíritu maleducado que fingimos no ver, una fuerza que despierta la carne y que a intervalos regulares aplasta toda decencia incluso en las personas más decentes.
Domenico Starnone

No quieren saber nada de lo que les digo, que es que tienen que relajarse, estar satisfechos con lo que tienen, comer de todo y moverse un poco, por ese orden.

¿Que tuviste un amante porque Aksel no te prestaba atención? Que fuiste infiel porque Aksel estaba demasiado ocupado con el esquí de fondo, ¿o no fue así? ¿Que comenzaste una relación con Bjørn porque en su mirada te reconocías a ti misma a los veintidós años? Porque tienes miedo a la muerte, porque solo tenemos una vida y no tiene sentido que…

O sencillamente porque estabas harta. Estar hasta las narices es un mal común, pero le ponemos nombres más complejos para poder vivir con ello. ¿Me dejo algo?

Never complain, never explain.

«habría ocurrido de todas formas».

La cosa consiste en reunir todas las fuerzas para mantener el ánimo, me digo a mí misma frente al espejo, porque se puede programar el cerebro. Los pensa