Cuando le trajeron del santuario el sarcófago de Alejandro, Augusto miró el cuerpo y, a continuación, dejó una corona de oro sobre la caja de cristal y esparció algunas flores para mostrarle sus respetos. Cuando le preguntaron si quería ver también a Ptolomeo, Augusto contestó: «Lo que deseaba era ver a un rey, no cadáveres».
SUETONIO, Vida de Augusto 18, I