Lenguaje muy crudo, necesario leerlo despacio para poder descubrir las sutilezas que permitan distinguir la realidad del deseo, de la imaginación de la emoción que explota dentro de una mujer cuando constantemente vive contenida, deprimida y que es el germen de una inevitable enfermedad mental, una oda moderna a la vida de Zelda Fitzgerald...
Hubo una época inmediatamente después de que nació mi hijo en donde me pude identificar un chingo con la mente de la protagonista. Vive con una locura desbocada, con un desasosiego por su vida que le parece asfixiante, patética, insufrible. La depresión posparto me hizo tener esos sentimientos de asesinar, de abandonar, de huir, de desaparecer. Hay demasiadas frases que me hicieron reír porque las acojo desde mi humor negro, desde lo políticamente incorrecto, ja! Es un retrato fiel del proceso psicológico en el que viven muchas mujeres cuando les cae el balde de agua fría al darse cuenta de que al elegir el matrimonio, la familia y la maternidad que se supone les traerá paz y dicha no hacen más que despersonalizarlas al punto de la neurosis más cercana a la locura.