Albertus Seba

Vemos, pues, que la distribución de las probabilidades de su existencia contiene una amplísima subclase de probabilismos, a la que pertenece el emplazamiento de todos los eucaliptos que crecían hace unos 349.000 años en el lugar ocupado hoy día por la ciudad de Praga.

Cada hombre es como un primer premio sacado en una lotería donde hubiera un solo billete ganador entre teragigamegamulticentillones.

Porque, contesta el profesor Kouska, ¡lo que acontece, por más inverosímil que sea, si acontece, acontece!