Luis Garcia Montero

El verdadero reto consiste en ser exigente, cada vez más exigente, pedir un buen vino, pero saborearlo no con matemática de enólogo, sino con alma de borracho. Un sorbo quizá, tan solo un sorbo para no caer en el alcoholismo y no pagar las facturas que pasan los años. Pero que ese sorbo condense la pasión de un borracho

Pero en un mundo en el que la melancolía más grave surge de la pérdida del futuro, no se puede decir que vivamos malos tiempos para la lírica. La conciencia individual y las palabras entendidas como un espacio público son hoy un patrimonio de primera necesidad.

Preguntas a un lector futuro

¿Está lloviendo?

¿Tal vez en los tejados

confundes la verdad con la belleza,

y un bienestar antiguo

duerme la sombra líquida del tiempo?

¿O es un día de sol,

de los que ruedan por el mundo

sin esperar la primavera,

hasta caer hermosos y rendidos

al pie de tu ventana

Y no voy a negarlo desde hoy:

agradezco el azar de esta ocasión

en la que tú me salvas del olvido

Heredé las ausencias, pisé lo que no estaba,

imaginé su noche,

solitario poeta fusilado,

y me pertenecía

como la habitación de los amigos,

como la luz cautiva de la luna

en los amaneceres

Los idiomas persiguen el desorden que soy,

y así los predicados de altas temperaturas

y los verbos de nieve

me tratan sin piedad

igual que a los sujetos derretidos.

No me resulta fácil,

pero a veces entiendo

la nostalgia de orden que tienen mis poemas.

pienso que soy el dueño del minuto que falta

para que el sol repose bajo el mar.

Sobre las diez te llamo

para decir que tengo diez llamadas,

otra reunión, seis cartas,

una mañana espesa, varias citas

y nostalgia de ti.

El teléfono tiene rumor de barco hundido,

burbujas y silencios.

Entre los cuidados que exige la edad, me parece que uno de los más importantes, más incluso que el dejar de fumar o de beber, es el deseo prudente de mantener con vida al lector juvenil que fuimos, al muchacho que se deslumbró con una novela o unos poemas y se apasionó tanto con lo que tenía ante sus ojos que decidió dedicarse a la literatura.

La poesía representa para mí la soledad del ser humano que reivindica la conciencia individual en un tiempo dispuesto a liquidar las conciencias individuales. La poesía representa para mí la voluntad del ser humano que no quiere una soledad confundida con el aislamiento, el egoísmo, la agresividad, y por eso busca espacios públicos, los poemas, para establecer un diálogo entre conciencias.