así que nuestras comidas cotidianas las hacemos siempre en la cocina y es la cocina a la vez lugar en el que se preparan los alimentos, en que se consumen y en el que nos reunimos a convivir. Convivium es como se dice banquete en latín, pero viene de cum-vivere, vivir con alguien. Así que el acto de comer –el banquete o el convite, la comida en común, compartida– es también un acto de convivencia, en el cual nos reunimos en torno a la mesa.