. R. McNeill, en su historia ambiental del siglo XX, llamó «régimen exosomático», en contraste con el «régimen somático»; este último dependía de la energía biológica para la producción, como la fuerza humana, animal, o natural (río, viento), mientras que el exosomático ya no se fraguaba dentro de un cuerpo biológico sino en uno mineral: el carbón