Ivan V. Lalić

Sin luz, el mar está desarmado,

El mar carece de futuro.

Ya está oliendo la gasolina a la luminosa y sobria fiebre

De un equilibrio peligroso —

y todo es inflamable,

Cada palabra es una cerilla con un glóbulo de sangre en su punta

No hay, por lo tanto, una prueba fehaciente

De que Mozart descanse en paz, en absoluto,

Pero el espacio vibra por la música

y el perro

A veces aúlla desde una estrella,

Al oír el paso de piedra del Invitado.

En el tardo destello del relámpago) aún abierto

Para una declaración del amor:

Una sonrisa, la cicatriz que se cierra,

Los labios de luz entre las nubes

Y la terrible medida de la lluvia

Está en su beso, en la esperanza

De que algo necesite ese tartamudeo suyo,

El lenguaje del amor en el aguacero

No comprendo la tierra, ese trabajo suyo, la constante ira

El que ha luchado con un ángel, hizo

Historia en una noche;

A nosotros nos toca

Recordar, asestar golpes;

Al melocotonero le toca florecer