Jeannette Hyde

«Síndrome del Intestino Irritable» (SII), o síndrome del colon irritable, es una denominación general que usa la profesión médica para diagnosticar problemas digestivos cuya causa no se conoce.

En muchos casos, las pruebas de laboratorio y las radiografías dan resultados negativos. Muchas personas aquejadas de SII sufren de estreñimiento, diarrea o de una alternancia entre ambas cosas. Se

cree que hay un componente emocional o de estrés; de hecho, en algunos casos es muy posible que

veces que lo que recibe la etiqueta de SII es, en realidad, permeabilidad intestinal alterada, o disbiosis.

Disbiosis
Antes he descrito el microbioma como una explosión de vida, en la que se

codean diversas comunidades y especies de bacterias. Cuando seguimos una alimentación beneficiosa

para el intestino, esta comunidad disfruta de un buen equilibrio. Se trata de un ecosistema vital. Lo que queremos es que esté equilibrado y que prosperen y proliferen todas las bacterias amigas. Cuando es así, lo más probable es que predominen ellas (las «bacterias comensales») y que las enemigas («pató

patógenas») queden en segundo plano. Los problemas de salud pueden aparecer cuando se hacen con el dominio las segundas.

Si llevan ventaja las bacterias perniciosas, la si

situación recibe el nombre de «disbiosis». Una de las primeras cosas en las que puede reparar una persona con disbiosis es que se le inflama el abdomen y tiene más gases de lo habitual. En otros casos, se empieza uno a resfriar, porque está afectado el sistema inmunológico, o experimenta un bajón emocional. La disbiosis se ha relacionado con estar bajo de ánimo o nervioso. Antes se pensaba que los trastor

trastornos anímicos se debían exclusivamente a desequilibrios cerebrales, pero las últimas investigaciones