Vanessa Bell

, que los símbolos de las cartas del tarot son tan antiguos como el propio hombre. Otro aspecto es saber cuándo estos elementos simbólicos fueron coleccionados para la creación del tarot. Para Saunier, esta sucesión de figuras proviene de las pinturas que aparecen en el libro egipcio de Thot-Hermes.

Según Ibn Batuta, Thot-Hermes Trismegisto construyó la pirámide de Gizeh para preservar su ciencia y sabiduría. Los griegos y judíos lo llamaban Idris y Enoch respectivamente.

El historiador hispanoárabe Said de Toledo (muerto en el año 1069) decía que Hermes vivió en Sa’id, Alto Egipto. En el lexicón griego encontramos que Hermes vivió en la era prefaraónica, unos 400 años antes de Moisés. Para Francés A. Yates las obras Asclepius y Corpus Hermeticum de Hermes datan del 100 o 300 d.C. Corpus Hermeticum llegó a Florencia en el 1460, fue traída por un monje para Cosme de Medicis.

Hermes está considerado como un hombre de gran sabiduría, un maestro sacerdote, y son muchos quienes le atribuyen el origen de las figuras del tarot. Así, Etteila, gran especialista en tarot, asegura que las cartas del tarot corresponden a figuras cinceladas en el antiguo templo de Ptah, en Memphis.

Sin embargo, para Oswald Whirt no hay la menor traza de lo que pudiera ser un tarot egipcio, árabe o alquímico de tipo greco-árabe. Pero de lo que nadie puede dudar es de que la Cábala sí tiene alguna relación con el alfabeto hebreo, y que en las cartas del tarot está completamente clara su influencia.

Todo parece indicar que el tarot fue desarro

Así como los arcanos menores actúan simplemente de complemento, cada arcano mayor precisa un conocimiento sutil de su lámina, un conocimiento que debe ser meditado, observado, analizado, tocado, sentido y transcendido.

Mientras que los arcanos menores sólo nos aportan cuatro símbolos que nos hablan de cantidad, los arcanos mayores se extrapolan más allá del sentido de la carta.