En pocas palabras, es una mixtura vegetal que probablemente se usa desde hace milenios entre los pueblos indígenas de la Amazonía venezolana, colombiana, ecuatoriana, peruana, boliviana y brasileña para ver y para tener más ganas de vivir. Es visionaria y no lo es a la vez, depende de la persona, de su estado emocional y de su disposición previa hacia la percepción grandiosa que abre la ayahuasca