Pero ¿qué hay que entender por «espíritu»? Pregunta de amplio alcance, que tiene por respuesta casi todo el sistema, aunque se puede partir del texto de la Enciclopedia donde Hegel declara que el espíritu es «la idea que ha alcanzado su ser-para-sí».121 Se trata de una «idea» ciertamente, porque para un sistema de filosofía, el principio último no puede ser más que de orden racional: ¡si la razón no existe, se acabó la filosofía! Pero esta idea, puesta como punto de partida (podemos pensar una vez más en la hypothesis de Platón), debe ser wirklich, es decir, «efectiva», ha de mostrarse, dar pruebas de sus aptitudes. En nuestro idioma, se dice a veces de una idea que funciona o que no funciona. Para Hegel, la idea «que no funciona» no es más que una idea abstracta y perfectamente inútil. Esas ideas no interesan, además, a nadie: se está en el derecho de exigir que la idea —principio de la filosofía— sea efectiva (wirklich) y, de hecho, todo el «sistema» de Hegel no será sino el gran despliegue de esta demostración. Convicción que Hegel también ha expresado en uno de sus textos más celebres: «Lo que es racional es real y lo que es real es racional».