Cada vez que tengas un pensamiento negativo, estarás creando mal karma para ti y para los demás; estarás cambiando la naturaleza de la realidad. Lo mismo sucede con la energía positiva, con el pensamiento positivo: cada vez que envías al mundo un pensamiento de compasión, el mundo lo recibe; creas un mundo mejor con sólo pensar en ello. Y si logras alcanzar un estado de no mente, crearás a tu alrededor un espacio que está vacío.
En ese espacio vacío, alguien más podrá un día ser un buddha.