El gran Aquiles. El genial Aquiles, el deslumbrante Aquiles, el divino Aquiles... Cómo se amontonan los epítetos. Pero nosotras no lo llamábamos así; lo llamábamos el Carnicero.
Karla Montalvoje citiraoпре 9 сати
combate, que empezó en la playa y en las proximidades del puerto, se dirimía ahora a las mismas puertas de la ciudad.
Karla Montalvoje citiraoпре 9 сати
rey Mines, seguí esa misma tradición en mi propio hogar
Karla Montalvoje citiraoпре 9 сати
quizá no es posible que exista la amabilidad entre ama y esclava, y haya solo distintos grados de brutalida
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