La mayoría de los griegos primitivos consideraban a las sirenas como mujeres-aves y las asociaban con aves como las que se posan en el aparejo de las embarcaciones del arte geométrico. Resulta a menudo muy difícil distinguirlas de las arpías, aunque es más probable que la arpía opere en solitario y las sirenas por parejas; la arpía es menos musical y le gustan más los muchachos muertos que los vivos.