En la obra del pensador José Ortega y Gasset, el repudio de sus predecesores fue una actitud más intelectual y moral que política, como se advierte en su primer proyecto personal, Meditaciones del Quijote, que se prolongó en cierto modo en la brillante miscelánea de ensayos El espectador; a la vez, Ortega, como empresario cultural, creó las referencias de una nueva vida intelectual española en el “semanario de la vida nacional” España (que abandonó pronto), el periódico diario El Sol en 1917 (donde dio