Y es que no puede vivir sin él porque lo ama, porque es su compañero de toda la vida, porque desde niños eran inseparables, y por más que ella intentó mirar con amor a otros hombres no pudo sentir nunca la tormenta de emociones que él le provocó desde que se escondían en los rincones de la casa o de la escuela para tocarse, para besarse, para contarse las cosas que habían visto o imaginado; porque está incompleta sin él y él está incompleto sin ella, porque desde que él se fue se siente más huérfana de lo que se sintió cuando murieron sus padres.