Kaye Gibbons

Pero mi padre dice que me matará si intento salir de casa. Yo sabía desde siempre que era malo pero no tenía pruebas.

Que nos mataría a mí y a mi madre con un cuchillo. Nos

Venga levanta le vuelvo a decir. Cuando está así hay que ser firme. Si lo dejara se quedaría ahí hasta que se pudriera así que lo golpeo ligeramente con el pie. Con las manos no lo toco.

Madre es fácil de cuidar.

Él seguirá durmiendo pese a los truenos y la lluvia. ¡Ay! Qué ganas tengo de que empiecen los relámpagos y se venguen de él. Pero yo no controlo las nubes ni los truenos.
Y la manera en que el Señor actúa es cosa suya.

Mi padre está pensando si le contaré a alguien todo lo que sé. Ignoro si hay alguna regla escrita en contra de lo que hizo pero si no es delito debe ser pecado. Una cosa o la otra. Y quiere saber si lo voy a contar.

¿Qué vas a decir cuando la Biblia es bien clara y dice que matarte es como echarle el regalo de Dios a la cara y que Él nunca te lo va a perdonar? El cura no dice nada de esto y va directamente a los valles verdes y las calles de oro y plata.

No hagan eso delante de todo el mundo. A la gente no le gusta ver cómo desaparece un cuerpo delante de sus propios ojos. Al menos a mí no.
¿Tengo que mirar?

¿Dónde está? En la caja no. En una caja no se puede descansar.

difícil no creer con la cabeza lo que ya sabes con el corazón, sobre todo de alguien que conoces mucho.

De todas maneras es difícil no creer con la cabeza lo que ya sabes con el corazón, sobre todo de alguien que conoces mucho.