John Green

«¿Tan difícil es morir, señor Lewis? ¿Acaso ese laberinto es en verdad peor que éste?».

a cada quien le corresponde su milagro.

Quizá se le rompieron los hilos por dentro

Quizá se le rompieron los hilos por dentro

Seguimos todavía allí, mirándonos, para siempre.

le gustaban tanto los misterios que se convirtió en uno.

mi madre llegó a la conclusión de que estaba deprimida, seguramente porque apenas salía de casa, pasaba mucho tiempo en la cama, leía el mismo libro una y otra vez, casi nunca comía y dedicaba buena parte de mi abundante tiempo libre a pensar en la muerte.

«Dios, concédeme serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar, valor para cambiar las que puedo cambiar y sabiduría para entender la diferencia»

Estoy en una montaña rusa que no hace más que subir, amigo mío.

HOY ES EL MEJOR DÍA DE NUESTRA VIDA