Marcelo Rioseco

En este escenario de experimentalismo y transgresión en Chile podemos distinguir tres grandes corrientes. La primera, compuesta por el grupo CADA integrado por el poeta Raúl Zurita, la escritora Diamela Eltit, los artistas visuales Juan Castillo y Lotty Rosenfeld, y el sociólogo Fernando Balcells

Esta desmitificación no se impone ni el experimentalismo ni la ruptura abierta, antes bien, es engañosamente amable, presentándole al lector formatos conocidos (manifiestos, discursos, textos de denuncia, epitafios, notas de viaje, sermones y prédicas, noticiarios, y formas poéticas

El antipoeta es un estratega antes que un rupturista, un hábil manipulador de los significados.

En este libro tomaremos como punto de partida las teorías de Johan Huizinga y Roger Callois las que, aunque no fueron pensados inicialmente para entender la literatura con características lúdicas, entregan elementos teóricos significativos para una aproximación conceptual a este tipo de literatura.

La oposición juego-realidad o juego-vida cotidiana hace evidente que ambos autores toman el concepto de realidad (o de vida cotidiana) como un supuesto fijo e inmutable que existe fuera de la esfera del juego o, dicho de otro modo, que se contrapone a él

el juego es algo opuesto y autónomo a la realidad

El lector no puede estar separado de la obra. Si todo arte es una forma de juego, ahora la lectura de esa obra es también otro juego, aquel que la completa y le otorga un significado en el acto interpretativo

Alfred Liebe (1963), quien estudió una amplia variedad de formas lúdicas de manera específica (anagramas, limericks3 y juegos de palabras, ritmos y formas literarias). Posteriormente una edición especial

Este análisis da un paso más en la relación texto-lector y se enfoca en el texto en sí mismo no solo como juego, sino como juguete.

libro-juego es un extravío, un vértigo, un “como si”, un juego