Alejandro Herrerías Silva

Los habitantes padecían, en sus habitaciones sombrías, la pesadumbre propia de los cataclismos, el pesar que viene con los grandes acontecimientos mortíferos del planeta, contra los cuales son inútiles toda fuerza y toda ciencia

En muchas familias un oficial prusiano compartía la mesa como un miembro más. A menudo eran bien educados y, por cortesía, se lamentaban por Francia y expresaban su disgusto por haber formado parte de aquella guerra

En resumen, se decía, usando de pretexto la caballerosidad francesa, que estaba permitido ser atento dentro de casa, siempre y cuando en público no se fuera demasiado confianzudo con el soldado extranjero

Los sedimentos del río servían de mortaja para aquellas oscuras venganzas, a la vez salvajes y legítimas, heroísmos incógnitos, ataques mudos, más peligrosos que las batallas a campo abierto y sin el escándalo de la gloria militar

señor y la señora Loiseau

Esas seis personas que estaban al fondo de la diligencia representaban el lado pudiente, poderoso y acomodado de la sociedad, gente honesta y de autoridad, que tiene principios y religión

El apetito crecía y perturbaba el ánimo, y no había ni un vendedor de vino ni una tasca, pues la invasión prusiana y el paso de las tropas francesas habían desalentado toda industria

La guerra es barbarie cuando se ataca al vecino pacífico, pero es un deber sagrado cuando se defiende la patria

Primero provocaron una conversación vaga sobre la entrega: citaron ejemplos antiguos, como el de Judith y Holofernes, luego, sin venir al caso, el de Lucrecia y Sexto, luego el de Cleopatra acostándose con todos los generales enemigos para someterlos y tratarlos como esclavos

Un acto condenable en sí puede volverse meritorio por la intención que lo inspira