Con los sentimientos es diferente, no los puedo cambiar con la mente como a los pensamientos. Primero hay que identificarlos, nombrarlos, después sentirlos, para finalmente poder dejarlos fluir; no luchar contra ellos y no quererlos modificar. Estos no son ni buenos ni malos, nos han enseñado a juzgarlos pero simplemente son. Lo bueno o lo malo es lo que yo haga con ellos