Una familia más

Así lo ha mostrado también Elena Garro en su teatro y en Los recuerdos del porvenir (1963); así lo pinta, en el ámbito familiar, Adriana González Mateos en El lenguaje de las orquídeas (2007).

Inés Arredondo, que trata del erotismo exacerbado, las perversiones y hondonadas del deseo; Rosario Castellanos que se burla de las convenciones y, como de paso, expone como violencia lo que en la literatura occidental se ha velado como “seducción” o travesura masculina, y que en lenguaje cotidiano se llama violación, engaño o violencia sexual.

La perspectiva femenina en el arte y en la escritura no siempre explicita ni corresponde a una figura de mujer, a menos que se postule que la “escritura femenina” es (sólo) escritura de mujeres.

HERMANA “X”
Corre, corre, corre
Haz que tu corazón lata
cada vez más rápido
Sé la mejor
Sé como ellos
Sé un varón
Así entonces él
no te tocará
como tocó
a las otras
Corre
Patea
Sé veloz
Más te vale.

No necesitamos tanta mierda pero la seguimos cagando
Ni siquiera sabemos exigir la verdad
Solo repetimos el dolor

La memoria es un campo minado

En la vida real todo es sucio
espeso, desdibujado, crudo
Nada se explica
La poesía y el cuento también engañan.

Si escribir es recordar entonces
Yo escribo como el ahogado se aferra
A la mano que está a punto de salvarlo

Yo no sabía del miedo
Pero lo pude oler el momento exacto en que nací.

Yo no sabía del miedo