Mi suegra y yo fuimos a ver la aurora, pero lo que cambió fue la vida de Jihye. Cambió al no cambiar lo que iba a cambiar, y quizá ese fue el mayor fruto de nuestro viaje. Reflexiono sobre lo que puedo hacer, lo que no deseo y los cambios que pueden darse con ello en mi vida y en la de mi hija. También sobre el tiempo que le queda a mi suegra