PENSAR LA UTOPÍA UKLG

Ojalá pudiéramos seguir a Urizen en su espléndida evasión vertical

¡Vete, entonces, oh, oscuro tiempo futuro! Te arrojaré desde estos

cielos de mi cerebro, y no miraré más al futuro.

Me desprenderé del futuro y le daré la espalda a ese vacío

que he creado, pues ¡ay! ¡el futuro es en este momento…!

…

Así habló Urizen…

Cuanto más pura, cuanto más euclidiana sea la razón que construye una utopía, mayor es su capacidad autodestructiva.

El totalitarismo no es sólo el infierno, sino también el sueño del paraíso, el antiquísimo sueño de un mundo en que todos vivimos en armonía, unidos en una sola voluntad y una sola fe comunes

Para creer en la utopía, decía Bob Elliott, tenemos que creer en que

Mediante el ejercicio de la razón, los hombres pueden controlar y, en aspectos importantes, mejorar su entorno social… Uno debe tener fe de un tipo que nuestra propia historia ha hecho casi inaccesible

Para creer en la utopía, decía Bob Elliott, tenemos que creer en que

Mediante el ejercicio de la razón, los hombres pueden controlar y, en aspectos importantes, mejorar su entorno social… Uno debe tener fe de un tipo que nuestra propia historia ha hecho casi inaccesible

Eran dos en el paraíso y se les ofreció la opción: felicidad sin libertad, o libertad sin felicidad. No había más opción

La utopía del Gran Inquisidor

es fruto de «la mente euclidiana» (una expresión que Dostoyevski utilizaba con frecuencia), que está obsesionada con la idea de regular toda la vida mediante la razón y hacer feliz al hombre cueste lo que cueste

La utopía del Gran Inquisidor

es fruto de «la mente euclidiana» (una expresión que Dostoyevski utilizaba con frecuencia), que está obsesionada con la idea de regular toda la vida mediante la razón y hacer feliz al hombre cueste lo que cueste

Da la impresión de que la imaginación utópica ha quedado atrapada, como el capitalismo, el industrialismo y la población humana, en un futuro unidireccional que sólo consistiría en crecer.