Estudiar, leer, subrayar sus apuntes de Medicina, asistir a clase, hacer unas horas extra en la librería y volver a empezar. Esa es la vida de Georgia, la hermosa, disciplinada y metódica Georgia, el paradigma de la niña buena que estudia lo que sus padres cirujanos han querido que estudiara. No se queja; después de todo, ¿qué otra cosa hay para hacer? La respuesta vendrá con Cash: fuerte y contundente desde el nombre, tatuado, con piercings en las cejas y botas de cuero que retumban en el parqué, parece un ángel de pelo largo con sonrisa de diablillo. Desde luego, Georgia no está preparada para la irrupción de un músico de rock en su librería… ni en su vida. Pero cuando se encuentra faltando a clase por haber trasnochado en sus conciertos, cuando se da cuenta de que sería capaz de dejarse poseer en la calle, a la vista de todos, con tal de probar lo que Cash le puede ofrecer, entiende que está a punto de perder el control. ¿Y si eso fuera justamente lo que le conviene? ¿Hasta qué punto puede una joven dejarse ir si no sabe el camino de regreso? Una historia de pasiones salvajes, sexo desenfrenado y oscuros y venenosos secretos, contada con maestría y humor. «Me encanta el estilo de Erika y es una de mis autoras favoritas. Su forma de escribir tiene algo burbujeante, una chispa, un color que da personalidad y brillo a cada línea. Es una novela que he devorado, por la frescura y la agilidad de la forma de contar, porque las ocurrencias de Cash y Georgia son muy divertidas, por la temperatura que subía y mucho cada vez que estaban cerca el uno del otro. Es una historia adictiva, potente y apasionada.