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Hermann Sudermann

El deseo

  • Maria Ussaje citiraoпре 4 године
    Si siquiera te tuviera a mi lado, si pudiera estrechar tus viejas y leales manos y decirte, mis ojos en los tuyos, todo lo que siento en el corazón...
  • Valentina Vásquez Contrerasje citiraoпре 5 година
    Había crecido con ese amor, me había aferrado a él en la pasión secreta de mi corazón; mi ser había encontrado en él su vigor: era mi fuerza y mi debilidad, era mi vida y mi muerte.
  • Valentina Vásquez Contrerasje citiraoпре 5 година
    La besé, traté de alentarla, y en la mirada suplicante que dirigió a su marido, leí este pensamiento: «Te doy todo lo que soy; perdona que sea tan poca cosa.»
  • Valentina Vásquez Contrerasje citiraoпре 5 година
    Entonces me estremecí al sentir que su boca se posaba en mis labios. Me pareció que una llama me había quemado. Y me besó otra vez, otra y otra: el gozo y el agradecimiento le habían hecho perder la razón.
  • Valentina Vásquez Contrerasje citiraoпре 5 година
    pero es algo inasible que se desvanece en el vacío: es un demonio que se burla de mí, un vapor que me rodea... y cuyo veneno sin embargo me mata lentamente.
    Es un deseo...
    Un simple deseo, ¡nada más
  • Brayan Alexander Granadeño Martínezje citiraoпре 5 година
    «quien no quiere escuchar debe padecer.» Si por arrogancia y por obstinación corre a su pérdida..
  • Johanna FRamírezje citiralaпре 5 година
    ¡Basta de debilidades! Había recuperado esa fuerza indomable que era mi orgullo.
  • Johanna FRamírezje citiralaпре 5 година
    ¿Por qué no somos unos seres de luz, sin deseos y puros como el éter? ¿Por qué no somos más que polvo, ligados al polvo, viviendo del polvo y volviendo al polvo cuando nos desprendemos de esta gran falta que es la existencia?
  • Samuel Ignacio Arévalo Muñozje citiraoпре 2 месеца
    Aprendía con Tasso a sentirme miserable y sublime; sabía lo que Manfredo iba a buscar a las heladas cimas de los Alpes; me lamentaba con Tecla de la felicidad terrestre de la cual yo había gozado, de la vida y del amor, que habían concluido para mí. Pero, por sobre todo, Ifigenia era mi heroína y mi ideal.
  • Eliza Moralesje citiraoпре 6 месеци
    el hijo del Rey
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