Todo lo que he visto en este mundo está animado simultáneamente por un movimiento de vaivén, todo avanza y retrocede, como el fuelle de una fragua, como el cilindro de mi prensa cuando pulso el botón verde y el rojo, todo va y viene, oscila en su propio contrario y por eso nada en este mundo anda cojo; en cuanto a mí, hace treinta y cinco años que prenso papel viejo y sé perfectamente que para salir del paso necesitaría un título universitario en clásicas, además de haber pasado por un seminario.