Madre soltera y otros poemas

esa cosa linda que dijiste, cuando hablábamos de la imaginación, de cómo a veces era dolorosa, y que es como una red que se mete en el mar, y que saca de todo.

alguien que llegó tarde le acerca una taza para lavar, la deja casi con pudor, o miedo

al costado de la pileta. Esto no termina más

y no termina,

empieza todo el tiempo.

En la circulación

de la pileta al escurridor a la alacena, y después a la mesa, y vuelta a la pileta

se nos están pasando nuestros días

pero no son estas las cosas que pienso

mientras lavo parada frente a la pileta.

las ideas extendidas como sábanas y arrugadas como sábanas que no se cambian muy

seguido,

un estado de contradicción tan plena.

si no fuera tan tímida y normal me pondría a gritar como una loca

en lugar de agarrarme como una loca a la poesía

diría, vengan a compartir una cerveza y a llorar

todos los que se separaron

que deben ser todos

porque todos se separan

y el amor dura menos de lo que tarda un bebé

en dar sus primeros pasos

los zapateros siempre están en silencio

viven de que las cosas

tengan arreglo.

quiere decir que alguien

te envuelve en su monólogo

inútil

como si fueran llamas

quisiéramos ser simples, más frescos

y no quemar

pero estamos ahí

en nuestras mentes

Soy esa clase de monstruo,
una mezcla de furia con ternura
de susurros con ganas de gritar,
¿y qué más?
de confusión y claridad
de confusión completamente blanca

Porque no tengo que quedarme atrapada en la banalidad del lenguaje de la queja

los bebés. Inicialmente, lo liviano. No se les habla de la misma manera. Se improvisa un lenguaje que los roce lo menos posible

Es difícil pensar y sentir, todo es muy claro cuando se lo piensa pero demasiado doloroso cuando se lo siente