Según el punto de vista de Aristóteles, existe una función adecuada para cada cosa en el mundo, incluidos los humanos: nuestra función adecuada es usar la razón, así que usar bien la razón es la vía para vivir una vida eudaimónica. No obstante, también necesitamos bienes externos, como una familia y un entorno social que nos apoye, cierto nivel de educación, salud y riqueza, e incluso una buena apariencia.