Con su novela Tetrammeron, José Carlos Somoza homenajea a la literatura oral, a la vez que simboliza el fin de la inocencia, el paso de la niñez a la adultez. En palabras del propio autor, Tetrammeron cuenta esa destrucción por la que todos pasamos para llegar al sentido de lo que es el adulto, la madurez. Una transformación siempre lleva consigo una parte de pérdida de las cosas que antes se tenían, de lo que se era. La protagonista es Soledad (simbólica desde su propio nombre), una tímida preadolescente que se siente invisible tanto para su familia como para sus compañeras de clase, incluso para su profesora. Durante una excursión del colegio, se queda rezagada y traspone una misteriosa puerta que la lleva hasta una habitación en la que hay cuatro adultos reunidos: se trata de una velada de Tetrammeron, una sociedad secreta que cada año se reúne para contar historias. Parada frente a los cuatro, Soledad se siente ligeramente amenazada, pero a la vez su curiosidad la impulsa a quedarse allí y ver adónde lleva este cuarteto literario. A través de las historias del Señor Formas, la Señora Lefó, el Señor Obispo y la Señora Güín, Soledad va perdiendo su identidad a la vez que desafía con fuerza insólita el angustioso peligro que se acerca cada vez más.
