Pájaros sobre un tanque de agua es un poema que cuenta la historia de un vendedor de libros que sufre una extraña transformación. Cuenta la historia de sus posibles causas: Tardé mucho tiempo en aprender a vivir sin herir a los demás / fue cuando descubrí mi primera pluma debajo de la axila. Las palabras de Boiero y las imágenes de Rodríguez Clark guiarán al lector por ese recorrido lleno de pequeños cambios, de gestos solidarios y de los otros. Los tanques de agua parecen ser para el protagonista un lugar de llegada, un destino en el que encontrarse consigo mismo: Estoy donde nadie me busca / vivo donde todo me encuentra. El juego entre palabras e imágenes agrega a la lectura un condimento especial: mientras los versos nos hablan de la metamorfosis, los dibujos no dan cuenta de ella, ubicando al texto, en consecuencia, en el terreno de la metáfora. Los dos lenguajes generan un vacío intermedio, una sombra que el lector deberá iluminar. Algo parecido a lo que ocurre (esta vez sí a palabra pura) en los tres diálogos finales, que parecen ser más una multiplicidad de voces que una verdadera conversación. Un libro del que también podrán disfrutar lectores jóvenes y muy jóvenes.
