Oh, ella había vivido una historia mucho mayor que la suya. ¿Cómo limitarse a su propia historia si allí estaba la torre de la fábrica?
Mónica Díaz Garcíaje citiraoпре 5 месеци
Cuando salía se asombraba con el avance del progreso en S. Geraldo, se asustaba con el tráfico como una gallina escapada del corral. Las calles ya no olían a establo sino a arma de fuego disparada: acero y pólvora.
Mónica Díaz Garcíaje citiraoпре 5 месеци
Iba mirando los edificios bajo la lluvia, de nuevo impersonal y omnisciente, ciego en la ciudad ciega; pero un animal conoce su bosque y, aunque se pierda, perderse también es un camino.
Mónica Díaz Garcíaje citiraoпре 5 месеци
pero un animal conoce su bosque y, aunque se pierda, perderse también es un camino.
Pepe Luis Perezje citiraoпре 5 месеци
Los habitantes habían desertado de él o habían desertado sus espíritus. Pero también estaban entregados a la libertad y a la soledad.
Pepe Luis Perezje citiraoпре 5 месеци
Se había levantado el sitio de S. Geraldo.
Pepe Luis Perezje citiraoпре 5 месеци
En su gran rostro de caballo la lágrima se deslizaba. Y el bibelot construido por sus ojos…
Pepe Luis Perezje citiraoпре 5 месеци
Solo eso se podía decir, por otra parte; solo eso se podía ver, y ella lo veía.
Pepe Luis Perezje citiraoпре 5 месеци
Y el caballo era la belleza del hombre. Así eran las cosas. Su paz había sido la belleza de un caballo. ¿Sería esta la historia de una vida vacía?
Pepe Luis Perezje citiraoпре 5 месеци
Esa verdad hecha de poder mirar. Nunca había pensado en realidad; pensar sería solo inventar.