Nadie se salva de sentir dolor,
nadie se salva de sentir amor.
A unos les va bien; a otros, mejor.
A unos cuantos les da igual
y a otros tantos les va peor.
Al final te quedas con lo que vives;
lloras, pero también ríes;
te vas de bruces contra la pared,
pero siempre consigues estar bien.