La izquierda tiene una historia larga que inicia con la Revolución francesa. El 14 de julio de 1789 la Asamblea Nacional acotó en el proyecto constitucional la prerrogativa del veto del monarca, anteponiendo a la voluntad real la soberanía popular. Por la circunstancia de que los promotores de la iniciativa estaban sentados aquel día a la izquierda del presidente del órgano legislativo, en adelante esa posición simbolizaría el rechazo al statu quo. Fue después que la izquierda adoptó la solución de la llamada “cuestión social” como objetivo de su acción política, adjetivándose socialista.