Sofoco

Todos quieren amor, pero nadie quiere lavar los platos.

—Todos quieren amor, pero nadie quiere lavar los platos.

En la guerrilla te decían: Esto es una guerra de baja intensidad, como si las balas fueran de menor tamaño y no mataran

Una diría que la guerra es como las películas de acción. Pero no. Es quieta. Más que quieta es monótona. A la gente la matan y la matan y la matan, pero la guerra sigue.

Y es que el muerto de guerra es otra cosa, ¿sabe? Es cosa seria, cosa peluda, cosa callada

jugarse la hombría y la dignidad en este pueblo de negros monumentales, calientes y fornidos

viajeros de mochila, que no traían dólares y se bañaban todos los días gastando, sin ninguna vergüenza, el barril familiar de agua lluvia.

el rubiecito era argentino.

una animalidad tierna. Una bestia, dulce adentro.

contaban, de a trozos, la vida.