Un saco de huesos

En la iglesia bautista, el pastor leía ahora el salmo ciento treinta y nueve en memoria de Royce: "Yo digo que aunque la oscuridad me cubra, incluso la noche será luz."

En ese momento, Mattie era la criatura más hermosa que había visto en mi vida, no una mujer bonita con pantalones cortos y la barriga al aire bailando sobre un disco de playa, sino Venus resucitada.

Creo que para los hombres el amor está compuesto de partes iguales de lujuria y asombro.

"Siempre me han gustado las putas… a veces su lugar estaba sobre mi cara."

Ese tipo parecía incapaz de matar a una mosca con un periódico enrollado… aunque supuse que mucha gente habría pensado lo mismo de Jeffrey Dahmer.

Si escribes libros, redactas una página por vez. Volvemos la espalda a lo que sabemos y a lo que tememos. Estudiamos catálogos, miramos partidos de fútbol, contamos los pájaros que hay en el cielo y no nos apartamos de la ventana al oír unos pasos detrás. A veces las nubes parecen cosas diferentes —peces, unicornios y jinetes—, pero de hecho son sólo nubes, y concentramos nuestra atención en la comida siguiente, el dolor siguiente, la respiración siguiente, la página siguiente. Así es como seguimos adelante.

—De repente recordé unos versos del poeta griego George Seferis: "¿Son las voces de nuestros amigos muertos / o es sólo el gramófono?"—.

La puerta está cerrada y estamos aquí, pero en realidad sólo tú estás aquí, yo soy únicamente una extensión de tus fantasías y sólo tú estás aquí.

La ficción al estilo Arthur Hailey me abruma; soy incapaz de leerla, y mucho menos de escribirla. Sólo aspiro a saber lo suficiente para mentir de manera pintoresca.

Tal vez a veces los fantasmas estuvieran vivos; mentes y deseos divorciados del cuerpo, impulsos liberados que flotaban sin que nadie los viera.