La chica sin alma

para mí la noche era mi hogar, y las sombras, mis amigas.

Un dolor tan amargo, un anhelo tan roto, que me daba náuseas y me mareaba. El amor era una locura, una catástrofe.

Providence, la gente se definía por el aspecto dominante de su alma y era empleada por la Casa correspondiente. Fabricaba su identidad en torno a su aspecto, y vestía los colores y símbolos de la casa

Me saqué una foto del bolsillo, un retrato borroso en sepia. En la foto parecía más joven y ágil, pero era ella.

Era mi objetivo.

A cualquiera que se haya sentido
del todo perdido alguna vez

Después aparecieron en secuencia los Cinco Indicios de la Ausencia de Alma.

Mala memoria.

Ausencia de personalidad.

Falta de miedo.

Falta de sueños.

Impasibilidad.

desesperados que no tenían nada por lo que vivir.

desesperados que no tenían nada por lo que vivir

decían cómo tenía que ser el alma, advirtiendo de manchas y cicatrices, de grietas y fracturas. Yo nunca había pensado demasiado en la apariencia de mi alma. No tenía mucho sentido que me preocupara por ello. No en mi caso.