Si bien las emociones se expresan en patrones que recorren varias regiones del cerebro, la amígdala actúa como principal receptor de los estímulos emocionales: recibe la información desde el tálamo y la dirige hacia la corteza. Según Joseph LeDoux, las vías neuronales que dirigen la información desde la amígdala hacia la corteza son mucho más ricas en cantidad de neuronas que las que actúan en sentido contrario (tienen aproximadamente diez veces más). Ello puede explicar por qué la influencia de las emociones en las funciones ejecutivas del cerebro es tan importante.
Así, un estímulo sensorial (por ejemplo, el rugido de un tigre) se divide en dos impulsos que recorren caminos diferentes luego de llegar al tálamo