«Cuando entramos en la posada, un hombre mayor, que antes había hablado con absoluta calma, recordó a los demás lo imprudente que era participar en discusiones políticas, ya fuera en las montañas o en la ciudad, en época de denuncias. Sus palabras, pronunciadas en ese rincón tan agreste, produjeron en mí una vivida impresión.»
Humboldt, Personal Narrative, traducción de Helen Maria Williams, III, pp. 414-415.