Mañana retomaré la vida severa del enfermo: tendré que seguir luchando. Pero, al menos esta noche, ha estado bien reírse a carcajadas, mientras asombrosamente el leve miedo a sentir que el pulmón explota se va desvaneciendo; es bueno beber champán, pues hace que se enciendan las mejillas; congestiona un poco, pero no pensemos en ello: esta noche no existe la hemoptisis.