El estudio de la Micro, Pequeña y Mediana empresa para México y los países de América Latina, debe constituir una actividad obligada, de carácter permanente y de perfil dinámico y diverso, esto es debido a varios factores de complejidad que la vuelven sumamente interesante, como por ejemplo la cantidad de organizaciones que representan, ya que constituyen la gran mayoría de las pequeñas organizaciones privadas que habitan la región, se calcula que en términos generales el 99.5% de las empresas en Latinoamérica son micro y pequeñas, y que proveen de más del 60% del empleo formal (OCDE/CAF 2019); en México por ejemplo de las aproximadamente cinco millones de empresas que existen el 99.8 son precisamente MIPYMES y aportan más del 70% del empleo formal y por supuesto podríamos decir, que el empleo informal lo atienden en su gran mayoría pequeñas organizaciones no registradas. (INEGI-MIPYME20: 2020). También su estudio es pertinente por el gran dinamismo que presentan, ya que su número aumenta sistemáticamente cada año, no obstante, las voces que hablan de vulnerabilidad y muerte como una de sus principales características, situación que precisamente constituye otra de las razones por las que se deben estudiar y analizar ¿Qué pasa con estas pequeñas organizaciones que no trascienden los primeros años de vida? ¿desaparecen o se transforman?, se dice que 8 de cada 10 MIPYMES no superan el primer año de vida, sin embargo, en México por ejemplo de 2014 a 2019 el número de empresas se incrementó en aproximadamente un millón de unidades.