“La ruta interior” compila tres de sus más profundas, tiernas y memorables novelas cortas. La primera, “Alma de niño”, fue escrita en 1919, cuando el autor tenia 42 años, y es autobiográfica; en ella, Hesse nos muestra su propio espíritu infantil y nos acerca al recuerdo de cierta travesura que dejó huellas en su personalidad. En “Klein y Wagner” y “El último verano de Klingsor”, el autor describe el largo proceso de introspección que llevará a los protagonistas a aceptar su lugar dentro de la armonía del universo, en una magistral descripción de la difícil senda que hay que recorrer para encontrarse a uno mismo, del contraste entre el amor por la vida y la búsqueda espiritual, y de la lucha contra las reglas para afirmar valores más auténticos.