Yo no creo que las guerras sean culpa solamente de los grandes hombres, gobernantes y capitalistas, ¡no señor! Al hombre pequeño también le gustan; si no, hace tiempo que los pueblos se hubieran rebelado. Y es que hay en el hombre un afán de destruir, de asesinar y ser una fiera. Mientras la humanidad toda no cambie, la guerra seguirá existiendo, y todo lo cultivado, construido y desarrollado quedará truncado y destruido para luego tener que volver a empezar.