Culpa-3-Culpa nuestra

Y lo siento, Noah, pero con ella todo es más fácil. No hay drama, no hay problemas. Sophia es una mujer, no una niña.

Extendí el brazo y llevé su mano hasta mi vientre, con la mía encima de la suya. Fue un momento increíble… un momento que, a pesar de todo lo malo y de todo lo que todavía llevaba bien guardado dentro de mí, recordaría para siempre.

como si volviera a morir, sentí como si hubiese estado meses, años, caminando por un desierto y de repente apareciera una fuente de agua justo frente a mí…

Cuando conoces a la persona con la que quieres pasar el resto de tu vida, ya no hay marcha atrás

… ni la miseria, ni el envilecimiento, ni la muerte, ni nada de lo que Dios o Satanás nos hubieran reservado habría podido separarnos; y tú, por tu gusto lo hiciste. Yo no te he destrozado el corazón; tú eres quien te lo has destrozado, y al destrozarlo has hecho lo mismo con el mío. Peor para mí si soy fue

—Voy a hacerte el amor, Noah —anuncié como si fuese algo inevitable, algo que tenía que pasar—. Todo ha sido una mierda desde que cortamos, mi vida sigue desmoronándose cada día que pasa; odio tener que necesitarte como lo hago, odio saber que ahora mismo eres la única capaz de hacerme olvidar aunque sea por unos minutos que mi madre está muriéndos

maldita sea, un amor que por mucho que intentara enterrar siempre pugnaba por salir en los peores momentos, haciéndome actuar en contra de todos mis principios.

Era feliz así, sin toda la carga sentimental. El amor era una mierda, lo di todo por amor y mirad adónde me había llevado.

¿Era necesario hacernos todavía más daño?
Sí, lo era.

Siempre fue ella, ¿verdad?