Hace tiempo, mucho tiempo, cuando el diablo era un chiquillo de pantalones cortos de dril blanco muy almidonados, la tierra estaba poblada únicamente por mujeres. Trabajaban juntas, dormían juntas, se bañaban juntas en el agua de los ríos. Un día una de ellas reunió a las demás y les dijo: «Hermanas, ¿quién nos reemplazará cuando desaparezcamos? No hemos creado ni una sola persona a nuestra imagen». Las que escuchaban se encogieron de hombros: «¿Tenemos necesidad de ser reemplazadas?». Algunas mujeres contestaron afirmativamente: