La ciudad de los fantasmas

A veces, la ayuda es un lugar y a veces es una persona, y, a veces, es una mezcla de las dos cosas.

Cada vez que me siento nerviosa o asustada, me recuerdo que toda buena historia necesita giros inesperados.

después de todo, lo que no ves siempre es más terrorífico que lo que sí puedes ver.

Uno no piensa lo perturbador que puede ser el silencio hasta que está en todas partes.

Hay una diferencia entre querer quedarse y tener mucho miedo de irse.

—¿No permitas que tus amigos queden atrapados en el reflejo de su propia imagen?

mundo está cambiando constantemente, cada segundo de cada día, y lo mismo ocurre con todo lo que hay en él.

Él podría serlo, pero existe un pequeño problema.

Capítulo quince

Terminamos el día en un lugar llamado Grassmarket.

Por supuesto, no hay césped ni rastros de ningún mercado. Solo un amplio parque seco rodeado de tiendas y pubs. El castillo se cierne detrás de los edificios como un inquietante centinela, pero el parque en sí es agradable, espacioso y abierto.

Esto no está tan mal, pienso, justo antes de que mi madre me cuente que solía ser un sitio donde se realizaban ejecuciones. ¿Por qué habría de sorprenderme

Mi madre palmea las manos y se pone de pie.

—Creo que ya tenemos suficientes historias de fantasmas por esta noche